domingo, 18 de noviembre de 2012

Lo imposible


Llegaba yo sin muchas esperanzas al visionado de la película,la machacona publicidad a la que el grupo mediaset nos ha expuesto, lo poco que me gustó "El orfanato" y la advertencias de algunas personas sobre la poca consistencia del guión, me hicieron ir a ver esta película con cierto miedo.

Dejado un tiempo prudencial para que las salas se fueran vaciando y coincidiendo con la llegada de cierta saga vampírica aproveché para escaparme a ver la historia de una familia en medio del tsunami que hace unos años nos conmovió a todos.

La cinta tiene dos focos muy diferentes y que en ellos tienen sus puntos fuertes y débiles. Se inicia con el retrato de la familia, con la cual no se empatiza demasiado, demasiado perfectos, demasiado listillos, demasiado guapos...y luego llega el tsunami y la película crece, muchísimo, emociona, asusta, impacta y por momentos el sonido te hace creer que estás hundiéndote consiguiendo recrear lo que debe suponer verse sometido a una situación tan terrorífica como esa.

Y es ahí donde la película tiene sus mejores bazas, con el sufrimiento de los personajes de Naomi Watts y Tom Holland, maravillosos ambos como madre e hijo. Toda la odisea que ambos viven, dentro y fuera del agua es cine con mayúsculas y a mi particularmente las lágrimas se me saltaban.

Entonces tenemos un corte en la historia y volvemos al personaje del padre y la historia decae, aburre y se precipita hacia un final ridículo, con esa especia de enredo donde los personajes se cruzan sin verse pasando unos por detrás de otro...intentando crear un suspense indigno de un director con Bayona que sabe rodar muy bien, pero que necesita guionistas a su altura.

1 comentario:

Mister Lombreeze dijo...

Yo creo que la grandeza de esa "parte buena" que dices, la del tsunami, es tan grandiosa, tan apabullante, tan perfecta, que eclipsa las fallas de la trama del padre con los dos hijos pequeños. Vale que la película tiene alma de telefilme, pero yo creo que es una gran película y, sobre todo, motivo de orgullo para el cine patrio. De todas formas, esos "enredos de alcoba hospitalaria" vienen a reforzar el leit motiv que ya anuncia el título: lo que parecía imposible, sucedió. Naomi Watts y Tom Holland están impresionantes, desde luego. Es una película que se gana el precio de su entrada. ¿Podría haber sido mejor?, sin duda. Pero es lo suficientemente buena como para alabarla. A mí me gustó mucho y eso que fui a verla con desgana.