lunes, 12 de diciembre de 2011

De la Melancolía de un gato con botas con un método peligroso de actuación



Está siendo este un blog poco poblado en cuanto a entradas se refiere y es que la verdad se me ocurren muchas cosas mejores que escribir aquí. Creo que desde mi enfermedad he adquirido un sentido práctico de la vida que me hace pensar todo lo que hago antes de hacerlo y si va a suponer perder demasiado tiempo de mi vida...y la verdad es que perder ese tiempo no me apetece nada.

Ahora mismo encuentro más satisfacciones en la lectura, en pasar tiempo con mi pareja y en simplemente dar un paseo que en encerrarme en una sala de cine o plantarme delante de la televisión a ver películas simplemente por verlas de manera que selecciono mucho lo que veo. No es que me esté volviendo sibarita en cuanto a gustos, sino que desecho muchas de aquellas películas que en su momento hubiera visto sin duda. tambiñen puede influir que recientemente me he instalado en mi piso y eso me hace tener otras distracciones/problemas/inquietudes

Recientemente he visto “Un método peligroso” y es que un Cronemberg es siempre un Cronemberg y más en los últimos años en los que está demostrando estar en estado de gracia. Una visión contenida que algunos confunden con domesticación del director, es lo que nos ofrece esta película acerca del psicoanálisis que encierra mucha crítica a los prejuicios sociales y a las represiones contenidas. Cierto es que el tema podría haber sido mucho más desbocado, mucho más erótico, mucho más morboso y de ahí el ejercicio de contención que realiza el director, apoyado en unas actuaciones magníficas del trío protagonista...si, si ella está esplendida (lo digo por los excépticos).

Otra película que he visto ha sido “Melancolía” de Von trier, otro de aquellos a los que no suelo faltar a la cita cuando estrena. Precedida de una polémica ridícula por la bocaza del director, la película no es más que otra forma fascinante de vendernos la depresión que el director declaró padecer y de la que no parece haberse recuperado viendo sus dos últimas cintas. Una película dividida en dos partes relacionadas caprichosamente, ya que podrían ser dos historias diferentes y paralelas sin el lazo de unión que presenta. De todas maneras no está nada mal esta película aunque no llega a los niveles de “Dogville” o “Manderlay”. Aunque entiendo que a muchas personas les importe un bledo las ansiedades de sus más bien antipáticas protagonistas.

Y como muestra de mi poco sibaritismo (no se si existe esta palabra o si le estoy pegando un patada al diccionario) la última película sobre la que voy a hablar es “El gato con botas”, entretenida cinta que si bien no está a la altura de Pixar o del Tíntin de Spielberg es una película de aventuras bien construida eso si con cierta tendencia a confundir ruido y aparatosidad con ritmo.

Y aquí me despido hasta la proxima, que intentaré que sea antes

4 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

A mí me importaron un bledo, efectivamente. Y me repugnó el final del personaje de Kiefer Sutherland. Pero Wagner tiene mucho tirón para mi sensibilidad y su música me hizo disfrutar de Melancholia como si de un hermoso y largo videoclip se tratara.
Yo es que el blog solamente lo escribo cuando no tengo nada mejor que hacer. Y eso sucede, en el 90% de los casos, en la oficina. El día que me despidan.., se acaban los gusanos!, jajaja.

fiona dijo...

Yo ví melancolía ayer y la verdad que la muerte de Sutherland es bastante cutre...tanto "nena, no pasa nada, confía en mí" y luego se suicida el primero??? Y la mujer se lo encuentra y con lo histérica que es, lo único que hace es taparlo con un poco de paja...pero en general no me disgustó.

1besico!

Angel dijo...

Hola a los dos.
Fiona bienvenida. yo creo que el destino del personaje de Sutherland es una venganza de Von Trier contra todos los que durante su depresión le decían que no le pasaba nada, que eso era una cuestión de mente y no de enfermedad. Como sufridos de ataques de ansiedad me jode mucho los que me dicen que no me pasa nada, que no tengo motivos para estar mal...y el personaje de Sutherland cuando ve el problema que no ha querido ver decide quitarse de enmedio

Mister Lombreeze dijo...

¿Y tenemos que leernos la biografía de von Trier para entender su película?, hala, venga, que estos subonormales conceptuales me tienen ya hasta el moño.

En cuanto a la depresión, es cierto que hay muchísima desinformación y hay mucha gente que no entiende que alguien pueda deprimirse aunque todo "le vaya bien" en la vida. Es que es una enfermedad. A mí me iba todo muy bien en la vida cuando me tuvieron que operar de hemorroides.